*Recuperan vías del ferrocarril que permitió la creación del campo petrolero en la región norte del estado
Édgar Escamilla
Poza Rica, Ver.- En un predio de la comunidad La Unión, municipio de Cazones, fueron localizados restos de la vía férrea que comunicaba el entonces campo petrolero de Furberos con el puerto de Tuxpan: dos rieles de 10 metros de largo que simbolizan la fundación de la ciudad que llegó a ser considerada la capital petrolera de México, Poza Rica.
Corría el año de 1902 cuando la Oil Fields of Mexico Company -que tenía la concesión del campo Furberos, en Coatzintla- inició la construcción de una vía angosta de ferrocarril para enlazarse con el puerto de Tuxpan, a la altura del muelle de Cobos.
A través del ferrocarril de vía angosta se transportaron los materiales y el equipo para la conformación de las instalaciones petroleras, así como el personal que en aquellos años llegaba de diferentes partes del país, atraídos por la fiebre del oro negro.
En 1926 la compañía inglesa El Águila realiza la perforación del pozo Poza Rica 2, el cual entró en operación hasta 1930, logrando una producción inicial de 5 metros cúbicos por día, dando origen al campo Poza Rica.
Dos años después, con el auge del campo petrolero, la compañía decide migrar las instalaciones del campo Palma Sola a un paraje a la altura del kilómetro 56 de la vía férrea, creando el campo Poza Rica un 20 de diciembre de 1932, según Sinesio Capitanachi en su libro “Furbero, Palma Sola y Poza Rica”.
Aquel ferrocarril, conocido también como “La Maquinita”, era la única manera de transitar por la región. Don Pedro Chino recuerda que de niño trepaba al calamazo para ir a comprar masa desde la ahora colonia 27 de Septiembre hasta el centro de la ciudad, hasta que en una ocasión, motivado por su curiosidad, decidió aventurarse para saber hasta que tierras llegaban aquellas vías, por lo que recibió a su regreso una reprimenda de parte de sus padres.
Al paso del tiempo y con el crecimiento de la ciudad fue necesaria la construcción de avenidas para el tránsito de vehículos, diseñándose el bulevar Adolfo Ruiz Cortines, sobre el trazo de las vías de La Maquinita, con lo que se perdió gran parte de aquellos hierros que viajaron desde Inglaterra.
Algunos de esos tramos persisten aún sobre los puentes peatonales que cruzan los arroyos El Huéleque y Mollejón, pero la mayoría de ellos fueron saqueados y utilizados como material de construcción en viviendas en las comunidades asentadas a lo largo de la vía.
Justo en una de ellas, a la altura del kilómetro 31, es donde se localizaron los tramos que ahora serán parte de una instalación permanente en el parque Juárez y que buscan sean decretados como patrimonio histórico de la ciudad, según comenta Édgar de León Silva, director de Turismo.
En aquella misma localidad fueron halladas estructuras de acero conocidas como “durmientes”, unas bases sobre las que se asentaban los rieles del ferrocarril.
Una réplica de La Maquinita se encuentra actualmente exhibida en una rotonda del bulevar Ruiz Cortines, a la altura de la avenida Palmas. En anteriores administraciones se había rescatado otra locomotora, que fue restaurada y colocada sobre el mismo camellón, frente al parque Juárez, pero fue removida para la construcción del distribuidor vial, sin que se conozca a la fecha su paradero.